Síndrome Cruzado Superior y Entrenamiento Personal

Antes de empezar… ¿Qué es un Entrenador Personal?

Según la American College of Sports Medicine (ACSM), el entrenador personal es aquella que trabaja con sujetos aparentemente sanos o con problemas de salud que quieren mejorar su salud, rendimiento y calidad de vida. Es un profesional que realiza test previos de las capacidades básicas de su cliente para desarrollar posteriormente el programa más adecuado a sus características.

Bajo mi punto de vista es aquel profesional formado y cualificado, con conocimientos de anatomía, fisiología, patologías, entrenamiento, planificación, psicología… que trabaja en el ámbito de la salud y/o rendimiento deportivo. Un entrenador personal ha de ir de la mano de un fisioterapeuta, un médico y un nutricionista, como mínimo.

¿Sabías que las razones por las que un cliente contrata un entrenador personal son de diversa índole: recuperarse de una lesión o patología, mejorar su condición física, motivación…[1]?

Hoy abordaremos como un entrenador personal puede ayudar en un Síndrome Cruzado Superior (SCS).

Pero antes… ¿Qué es un SCS?

Pues no es más que el resultado de un desequilibrio muscular, en que tenemos músculos con un tono muscular por encima de lo “normal” (hipertónicos) y otros con un tono por debajo de lo “normal” (hipotónicos).

HIPERTÓNICOS

HIPOTÓNICOS
PARTE POSTERIOR PARTE ANTERIOR PARTE POSTERIOR PARTE ANTERIOR
Angular de la escápula

Fibras superiores del trapecio

Dorsal ancho

Pectoral mayor y menor

Redondo mayor

Romboides

Serrato mayor

Flexores profundos del cuello

Rotadores internos

¿Y esto qué significa? ¿Qué voy a notar?

Como se puede observar en la imagen de arriba, se generan una desequilibrios musculares producen unas alteraciones posturales tales como cabeza en antepulsión, rotación interna de hombros e hipercifosis.[2]

  • Cuello en antepulsión. Hiperextensión en el occipital, en la C1 y la C2. Muscularmente hay un exceso de tono de la musculatura suboccipital y un defecto en los flexores profundos del cuello. Todo ello genera una tensión hasta la D4.
  • Rotación interna de hombros e hipercifosis. El aumento de tono de las fibras superiores del trapecio y del elevador de la escápula generan una rotación y abducción de las escápulas. Todo ello trae consigo un debilitamiento del serrato mayor y trapecio inferior. Al rotar internamente los hombros, la cavidad glenoidea cambia su posición, lo que genera inestabilidad humeral.

Según Janda[3] la clave para actuar, “consiste en ser capaz de identificar las estructuras acortadas y liberarlas (tensionar y relajar), seguido de reeducación hacia una función más apropiada. Cualquiera que sea el tratamiento local, la base de una rehabilitación a largo plazo consistirá antes que nada en la consideración y la reforma de los patrones”

¿Entonces cómo trabajamos en Fisiovie este tipo de síndromes?

Seguimos 4 pasos clave.

  1. Inhibir los hipertónicos.
  2. Estirar los hipertónicos.
  3. Activar los hipotónicos.
  4. Integrar los hipertónicos e hipotónicos en un movimiento equilibrado.

Este tipo de protocolos de rehabilitación son bastante duraderos y el paso a la siguiente fase nos lo indica cada paciente, ya que no todos somos iguales.

En Fisiovie y Fisiovie Mujer contamos con Graduados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte especializados en entrenamiento personal y readaptación de lesiones, dos salas adaptadas con todos los materiales necesarios para llevar a cabo los entrenamientos.

Gómez Díaz, María.

Graduada en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Nº. Colegiado 58346.

[1] Según K. Forteza (2011)

[2] L. Chaitow y J. DeLany (2006)

[3] L. Chaitow et al. (2006)

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